Nuestro segundo viaje
Nuestro segundo viaje fue a la quinta semanas tras la primera visita, dentro del plazo que nos comentaron en nuestra primera visita a la clínica. Fue un viaje de tres días también.
Todo comenzó con la llamada de nuestro despacho confirmando que en un plazo de 5 días teníamos que estar en Kiev para entregar nuestro material biológico, nuestra madre subrogada estaba preparada y debido a que nuestra clínica realiza el proceso en fresco, debíamos estar en Kiev para el viernes que nos indicaban.
Al igual que en nuestro primer viaje, volamos con escala en Zúrich (ya conocíamos este trayecto del primer viaje jejejeje). En esta ocasión, y debido a la gran número de parejas que estaban recogiendo a sus bebes, nos alojaron en un hotel* cercano a la clínica. Nos explicaron que las parejas que van a recoger a sus bebes tienen preferencia ya que las habitaciones de los pisos tienen cunas.
Como en la primera visita, el representante del despacho de abogados nos recogió en el aeropuerto y nos llevó hasta el mismo hotel. Durante el trayecto del aeropuerto al hotel nos estuvo explicando cómo sería el día siguiente en la clínica. En cuanto llegamos al hotel, la misma chica de la recepción nos preparó la cena: un variado de carne y pescado rebozado para cenar, nada especial pero suficiente para poder saciar el hambre.
Al día siguiente, viernes, en el desayuno (estilo buffet con zumos, leche, cereales, fruta...) coincidimos con un chico francés y una pareja italiana que estaban allí por lo mismo que nosotros. Mientras esperábamos a que nos recogieran, y para calmar los nervios, estuvimos hablando y comentado nuestras experiencias.
La visita en la clínica y los pasos para entregar el material biológico fueron bastantes ágiles y en unas dos horas estábamos fuera de la clínica. Antes de salir nos explicaron los tiempos del proceso y nos confirmaron que en 5 días implantarían nuestro embrión en la madre subrogada y a los 15 días, realizarían la prueba para saber si nuestro embrión se había cogido y por lo tanto, estábamos embarazados.
Con la mayor de la prudencia, pero con una felicidad enorme, decidimos no pensar mucho sobre el gran paso que habíamos dado para poder disfrutar del día por delante que teníamos en la preciosa ciudad de Kiev. Nos llevaron a visitar aquellos lugares que no pudimos visitar en nuestra primera estancia y que teníamos que ganas de conocer. Comimos en la misma cadena de restaurantes que en nuestro primer viaje y sobre las 18h quedamos con la pareja italiana en el centro para tomar algo y cenar juntos en un restaurante de la plaza Maidan.
Nuestro tercer y ultimo día, sábado, tuvimos tiempo para desayunar y poder visitar un mercado ambulante de comida (verdura, carne, pescado...) que había muy cercano al hotel y que encontramos de casualidad dando un paseo por los alrededores del hotel.
Sobre las 12h nos recogieron para ir al aeropuerto y a las 14h estábamos volando por encima de la ciudad donde dejábamos nuestro sueño con una mezcla de incertidumbre y mucha positividad, deseando que las dos siguientes semanas pasaran rápidas, muy rápidas.
Hasta pronto
*El hotel está reformado, sería un 3 estrellas. la habitación no es muy grande pero estaba limpia y tenía todo lo necesario: baño, nevera. El desayuno y comidas/cenas se sirven en el mismo hotel.
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